...

Algún día, los déspotas y engreídos burócratas entenderán que el mundo se hizo con los brazos de los obreros, la diligencia de los voluntarios y la mente de los líderes y pensadores. Y ellos, sólo han jugado un gran papel: frenar la rueda...

A veces, la vida es así: injusta y cínica



 foto perteneciente a larepublica.com.uy

 A veces, la vida es así: injusta y cínica

El ritmo acelerado de su pulso,
le impide apreciar
el fino calibre de ese hilo que la separa de la muerte…
Golpean su rostro
y  sólo el viento es quien la acaricia…
La violencia se ha hecho parte de su triste vida,
la lleva adherida a sus sentidos, como hiedra al muro;
tanto, que ya no la distingue como extraña, ni  dañina,
que no la siente destructiva, ni le es dolorosa,
sino que la carga como a otro de sus brotes,
sobre sus caderas, casi sin sentirlos,
en silencio, 
como a sus confusas obligaciones…

Y esos niños, sus niños, sus retoños,
casi son molestia…
Los ama con un amor extraño, digno de su vida,
con un amor desposeído, triste y desvirtuado.
Los ama de la manera en que puede,
como le enseñaron y si entender su propio rol,
ni sentir amor de verdadera madre.
Así como su madre, lo ha hecho con ella…
Gritando todo el día, sumida en la desesperación de perderlos.
Pues,  si los perdiera, moriría,
porque ellos son la única razón de sentirse digna.
imagen perteneciente a
http://www.telepolis.com 

El viento acaricia su cintura, desnuda y gris,
 
maltratada y marcada,  asomando las huellas de su dolor .
Su piel, se volvió una gruesa  y  mustia caparazón,
y no sabe de caricias verdaderas, más que las del frío viento Pampero,
que recio se cuela por las grietas de su pobre rancho,
hecho de lata y cartones del descampado asentamiento…

Transita caminos de dolor, melancolía y queja,
y vive cada instante de su existencia, atormentada,
amando, apenas, como se ama a si misma…
amando de la única manera que le es posible,
así como su vida de soledad , vicio , grito y llanto…

Camina algunas noches solitarias buscando recompensas.
Culmina en brazos de extraños, culpándose de todas sus miserias,
y bebe para evadirse de su tristeza…
Mientras sueña con ser salvada…rescatada…
por un héroe de grandes alas…
Pero sigue… seca, llorando,
casi siempre en silencio, por su triste vida,
desde su conciencia martillada por el dolor,
y su autoestima destruida, cree que hay otra salida.
Y camina, camina,
cargando la pobreza sobre sus hombros,
y el trato desigual de una sociedad que la condena 
a ser una excluida.
De este modo ama al mundo:
con la excusa de que la vida es así: injusta y cínica

………………………………………………………..

Y yo la observo, desde mi torre de cristal, casi dormida.
Caminando sin percibir su silenciosa vida,
mientras otros se distraen con espejos de colores
y ruidosos escaparates de fantasía.

……………………………………………………….

El ritmo acelerado de su pulso, me impide apreciar
el fino calibre de ese hilo que la separa de la muerte…
El dolor, su dolor,  se ha hecho carne en ella…
Su silencio la condena…
Mi indiferencia, la liquida…


Sandra Gutiérrez Alvez

Inherente libertad




Nací libre, pero me apresó una sociedad en cambio acelerado
que me exigió, lo mejor, lo máximo, lo perfecto.
Actué como humana, y me sentí rechazada….
Traté de encontrar la verdad caminando por el filo de la vida,
extraviándome de mi misma,  para que me aceptaran…
Perfilando precipicios,
fui  sorprendiéndome de las ambigüedades de la gente,
de los vicios extremos, de las necesidades imprudentes,
y las imprudencias innecesarias.
Entre guerras de ideales, sufrí en carne sus embates.
Irremediablemente, me aparté en espíritu
y caminé en soledad acompañada,
andando por mis veredas, perdida en mis laberintos,
confundiéndome con los actores de la auténtica vida…
Y, dando la libertad por sentada,
me asaltaron miedos y censuras desequilibrando mi razón.

Vi la muerte ante mí, como un camino de salvación
pero el ego me arrebató de los pelos…
Fui presa de mi  incauta libertad y, sin quererlo,
me hice eco de los juegos previos que no tienen razón de existir…
Porque, no hay peor amo que el que exige devoción exclusiva,
ni peor fiel, que el se cree superior porque la rinde.
Creí en las promesas de mentirosos, y mentí de buena fe.
Hasta que, jugando su mismo juego, fui víctima y victimaria.

Como mediador que se  esclaviza a sus propias leyes,
me enredé entre los brazos de la culpa,
creando nuevos laberintos para perderme y olvidar.
En mis rondas, la profunda oscuridad me sedujo,
anidé entre cuervos que me enseñaron sus garras de maldad.
Aún con mi alma a jirones, conservé mi última hilacha de libertad.
Me agoté de luchar, pero no me rendí jamás…

La noche de mi condena fue larga…
Me liberó el amor y su tenaz lucha me guío a la salida.
Los límites y enredijos de en mis propias rondas,
derribaron los muros inexistentes, que me sitiaban.
Ya libre,  corrí desesperadamente hacia mi…
Y pudiendo ver a otros, que brillaban en mi oscuridad,
me abracé con fuerza, aunándome, a mi propia libertad…

Como nací libre y es mi derecho,
nadie podrá arrebatar la libertad de mi alma.

Sandra Gutiérrez Alvez

Culpas...

Culpas…

¿Que culpa tengo de haber nacido indígena…?
Y de que el indígena sea discriminado
¿Que culpa tengo de amar las estaciones..?
de ver mi libertad y el vuelo del ave como un hecho,
de pensar que la tierra en que nací 
me pertenece por derecho
y de no saber que se compra mi derecho a vivir
con dos monedas..
¿Qué culpa tengo de no saber que algunos
quieren poseer el aire que respiro,
y el agua que bebo?
Y que otros aprovechan sus nociones
para llamarme ignorante, y descreído…
Si mi dios ha sido el sol…
hasta que me impusieron el suyo,
si mi cuna fue mi tierra,
hasta que me desterraron, 
si mi sabiduría fue la naturaleza
hasta que introdujeron sus enfermedades…
Si mi salvación es mi don de paz
y me la fueron quitando en pos del progreso…
¿qué culpa tengo…?
de querer tanto a mi tierra
de ser ella lo único por lo que vivo…
de pretender respirar mi aire puro
de llorar al hermano árbol, cuando lo derriban
de llorar al hermano río, si lo contaminan…
¿Qué culpa tengo…?
¿Que culpa tengo de que vendan mi selva?

Sandra  Gutiérrez Alvez
Seda

Un elegido





Hoy vengo con mi ritual de versos a bendecir tu alma, quiero agradecerte por tu tiempo y por tu ayuda, antiguo salvador de mis mis angustias, acompañante de tan difícil tramo de mi vida. Has sido luz en mi camino, mi maestro y mi guía…

Compartimos risas, planes y sueños. E inmutable, me viste caminar por el filo de los momentos más inoportunos, sabiendo sostenerme con grandeza. Me tendiste tu mano y te aferraste a la mía… siendo mi palabra de aliento, mi luz y mi tibieza… inspiraste los versos de la resurrección de mi poesía y le pusiste color a mi vida, siendo una brisa tibia en las mañanas más frías…

Pero las pasiones se apoderaron de la brisa, entonces vientos y huracanes entreveraron nuestra alas con garras y se desgarraron las tramas que nos unían, porque el orgullo engaña al hombre y le arrebata a la mujer su alma… la especuladora razón es más traicionera que el sabio corazón que no duerme ni se engaña, y sólo él sostiene siempre vivos los hilos de la esperanza y une las almas sin importar las malas circunstancias… 

El destino, guardián de nuestras almas, se ha empecinado en impedir que los miedos, las burlas y el despecho otra vez nos pierdan entre las nubes de la vida y que la imprudencia nos haga necios, las ansiedades traviesos y las pasiones ciegos.

Porque recuerda que las distancias no son impedimentos para aunar las almas y que el tiempo se hace nulo cuando habla el corazón y ni la muerte podría separarlas. Pero ya sabes que mi corazón late en tu presencia, mi alma se completa cuando estás conmigo y sin importar lo lejos que estés, te siento en la distancia… 

Gracias por ser mi guía…

Espero que hayas olvidado mis errores y mis momentos de estúpida agonía. Si me soportaste en mis peores momentos, y hasta callaste en tiempos de cólera… ahora en el remanso de paz quiero abrazarte con el amor que tengo, que permanece y crece con el tiempo. Este amor que no se viste de deseos, que no se aferra, que no culpa, ni juzga, que no te siente perdido porque no posee ni reclama… Este amor no quiere, ama…

Espero que entiendas, hoy mi voz es fuerte y clara. Tantas veces mi alma te necesita y calla, presa de su antigua condena de mi estupidez, contigo y con la vida. Pero soy feliz, de haberte conocido, respeto tu libertad y tu felicidad es la mía... 

Ya no tengo miedo, el amor es mayor que todo, y destruye límites. Eso es lo más valioso: aprendí una nueva forma de amar, la mejor. Me acerqué al creador, a la humanidad y a mi misma, todo a través de ti que fuiste la maravillosa herramienta.

Perdona mis errores. ¡ Es tan grande mi deuda contigo! Sé que no sería nada de lo que soy, si no te hubieras cruzado en mi camino…

Gracias por soportarme y hacerme feliz, siempre serás entre muchos, un elegido: mi gran amigo.

A quien corresponda III:




A ti, que estás buscando el sentido de tu vida:


Algún día podrás entender, que no eres sólo lo que ves. Y que perteneces al todo. Que en tu interior vive todo aquello que en el fondo reconoces como ajeno y no lo ves como propio.
Algún día podrás reconocer que tu “yo” está plagado de todo lo que te rodea, que tú eres gracias a todo lo que ronda en tu exterior y que existe desde siempre… que eres sol y agua, eres raíz y fruto, flor y semilla. Eres además la mariposa que poliniza y la gota de rocío que moja el alimento que comes cada día, eres tu prójimo, que elabora tu alimento, el que aplana la calle por la que transitas, el que limpia la basura que tú creas y aquel gusano que descompone tus desperdicios y comienza el ciclo de tus alimentos, por los cuales estás creado.
Algún día podrás desprenderte de la forma que habitas y de la forma en que han dejado tu mente y te encontrarás contigo…y con el cosmos, y con cada mota de polvo que lo forma y que habita en ti, pues tú existes por cada cosa que te rodea.
Algún día podrás prescindir de tus deseos y de tus miedos a ser juzgado, podrás perder la propia forma que te contiene y dejarte ver cómo los otros te quieran ver sin importarte lo que los otros vean o digan de ti. Por que en ese instante tú reconocerás en ti lo que siempre quisiste ver y seguramente entenderás que eres parte del todo, y todo lo que otros ven en ti y juzgan, es lo que ellos son; por eso pueden verlo. Entonces es el momento de compadecerte de ellos y no de juzgarlos o temerles.
Cuando todo esto y aún alguna otra cosa puedan actuar sobre ti y puedas despegarte de la forma que rodea tus pensamientos, entonces serás más libre, y podrás despegarte de los conceptos de los demás y unirte al universo y ver la importancia de la Madre Tierra ..
Algún otro día entenderás que tus deseos son sólo sueños que pueden impulsarte. Más, cuando entiendas que una vez cumplidos ya puedes prescindir de ellos, ese día serás tú mismo, y entonces ese día, ya no los necesitarás más. Verás que el sentido de tus sueños es reconocer que en la felicidad y estabilidad de los demás puedes reconocer las tuyas, y que ese es el sentirse pleno, en comunión con todo. Cuando entiendas que todo lo que te ata, está en tus conceptos y quieras liberarte de ellos y los deseches, entonces serás totalmente libre, y sólo restará abandonar  tus propias leyes que te esclavizan.
 Ese será el día que encuentres el verdadero sentido a la vida, dejando de parecer y sólo fluyendo en libertad entre los demás. Siendo tú mismo en comunión con todo. Amando la vida.

 Sandra Gutiérrez Alvez

conciencia sabia


No puedo adueñarme de tu conciencia
ni puedo inventarte una, no es mi derecho.
Ni siquiera debería moverte para que despiertes.
Pero no resisto verte dormido.
Sé que debo vibrar a tu lado, a mi ritmo,
y esperar que aceleres tus latidos, al tuyo,
compartiendo las verdades que otros me enseñaron
escuchando lo que quieres comunicarme…

Puedo desear que  asimiles,
pero si lo haces o no, ya es tu parte.

Debo advertirte que ser consciente
es una condición valiosa, y tantas veces dolorosa.
Yo apenas puedo cargar con mi conciencia
y el sufrimiento que me provoca observar la vida.

Si te invitara a mi sillón, a ver mi película,
verías el proceso de la forja, paso a paso,
observando el mundo, razonando,
educando mi mente y abriendo mi corazón;
tal y como me lo enseñaron los sabios,
a través de los tiempos.
Verías las veces que me oculté de la gente
por no resistir el dolor de las eczemas
que me produjeron las conciencias ajenas…
Mas, sé que es parte de mi debilidad y a nadie culpo de eso.

No creas que ha sido fácil mi camino,
muchos han querido moldearme a su gusto y manera,
pero  hasta ahora, he podido librarme.

Ya debería saber que sufrir es parte del proceso de crecer
y que debo ayudar, sin juzgar ni involucrarme,
pero soy humana y también débil.
Respeto sus campos de vida , y sus cielos de expansión,
aunque a veces no tengo más que cargar con ellos
como si fueran míos, porque los amo.
Los amo, aunque ellos no lo sepan ni lo crean.


Si vienes, podría enseñarte cómo aprendí de las prácticas ajenas,
y revelarte los secretos de los libros de los sabios.
Podría caminar contigo, como caminaron conmigo,
y observar, tomar, guardar, usar y desechar,
agradecer y bendecir, las bondades de la vida.
Mostrarte el conocimiento y la acción que te dan sabiduría.
Y verías como la mayor biblioteca la llevas dentro,
conectada al lado izquierdo de tu pecho;
sé que disfrutarías lo valioso de encontrarla.

Pero todo lo sabes,
mi misión, hoy, es refrescarte la memoria.

Mente y corazón forman la conciencia,
ella es sabia, y es con ella que podemos resolverlo todo.
A veces lo olvidas…
Por eso vengo a tu lado y te lo recuerdo,
porque te amo.

Mas, como soy humana y también débil.
si un día me ves perdida, quizá puedas ayudarme...

Sandra Gutiérrez Alvez

El origen de la paz

Mucho se dice sobre la paz en el mundo
los hombres se afligen, redactan ensayos
se reúnen, gastan recursos en grandes cumbres,
y flamean las banderas en busca de paz...
Las mismas banderas que sirven para inculcar el deber,
el patriotismo, y la obediencia debida.
Mientras, se fabrican armas,
se educan niños en el odio y la superioridad de su raza,
se preparan ejércitos de adolescentes
y el deseo de venganza los arrasa...
Tantos otros ansían quedarse con lo ajeno,
imperialistas de mente y corazón,
se entrometen alegando justicia,
para que mueran tantos inocentes...
Y la paz, se vuela como paloma
y culmina siendo guerra, siempre...

He visto el odio encarnado en los ojos de los hombres,
y al odio no lo calma un abrazo, ni una palabra,
pero un bálsamo momentáneo, es un comienzo...
El amor es la primera clave.
Falta amor en esta Tierra,
el amor es desprendimiento y desapego,
saber que nada es muestro,
que todo es para todos...
¡Y estamos tan lejos de ello!

¿Utopías de poeta?
Verdad absoluta.

La ceguera no le permite ver al ciego la belleza,
sólo imagina, sin conocerla...
Muchos han nacido ciegos de corazón,
otros cerraron sus ojos,
algunos por la violencia y otros por conveniencia...

El origen de la paz está en el corazón del hombre,
trabajemos el perdón y de él saldrá la justicia...

La paz empieza en cada uno, muchos no la conocen
otros ni quieren conocerla...


Sandra Gutiérrez Alvez
SEDA

Los aviones


los aviones

ellos siempre me atrajeron
pero les temí,
aún sin conocerlos.
quizá fue el estruendoso ruido de sus motores
en las siestas de mi niñez,
y el miedo aterrador a las alturas…
las películas de guerra,
las marchas militares
y las represiones en la escuela.
asociaron aviones con
torpedos,
guerras,
soldados,
dictaduras,
autoritarismo,
obediencia debida,
desaparecidos,
último vuelo…

uno teme a lo desconocido
o a lo que cree que conoce por referencias…

pero las alas de los aviones
son libres
y nos llevan
al amor
la amistad
la solidaridad
las vacaciones
y al silencio…

ellos siempre me atrajeron
aún sin conocerlos…
y les temí
porque otros me mintieron.


Sandra Gutiérrez Alvez

sin refugio


Camina la niña,
camina en silencio…
Buscando a su madre
en su desencuentro…
No tiene morada
ni alma, ese cuerpo;
sólo tiene un tiempo
de invierno sin sueños…
Y besa la niña,
la mojada mejilla
de su frágil madre
que yace entre líneas
de plateadas sombras.
que la condujeron
hacia la pendiente
más negra, vacía,
y cruel de su vida.
La triste morada
de oscuros silencios
le llenan el alma
de vagabundos tiempos…
Siente el frío llanto
de su copa rota.
Deleznable y sutil
guarda el suyo,
y lo guarda tanto,
que casi no puede
siquiera llevarlo,
hasta su guarida,
donde guarda el llanto.
Camina la niña,
camina en silencio,
buscando la mano
que cierre su encuentro,
que calme su llanto,
que cubra sus miedos,
que arrope en sus brazos
su alma de cielo.

Encuentra la niña,
manos de silencio,
un ángel la libra
de su pozo hueco…

Y entre los sustentos
que le deja el tiempo
camina la niña,
desnuda en el viento…
No busca el camino
que aleje su llanto,
ni busca respuestas
de aquel desencanto.
Sólo quiere pronto
recoger pedazos
y juntarlos todos
formando un regazo,
que acune a su madre
que un día en sus brazos
acunó a su niña
y calmó su llanto…

Camina la niña,
buscando un regazo…


Sandra Gutiérrez Alvez



Artículo 9 de los Derechos del Niño

Es un derecho del niño, vivir con sus padres, excepto en los casos que la separación sea necesaria para el interés superior del propio niño.

El sentido de tu vida.

Algún día podrás entender, que no eres sólo lo que ves. Y que perteneces al todo. Que en tu interior vive todo aquello que en el fondo reconoces como ajeno y no lo ves como propio.

Algún día podrás reconocer que tu “yo” está plagado de todo lo que te rodea, que tú eres gracias a todo lo que es exterior a ti y que vienes siendo desde siempre… que eres sol y agua, eres raíz y fruto, flor y semilla.

Eres además la mariposa que poliniza y la gota de rocío que moja el alimento que comes cada día, eres tu prójimo, que elabora tu alimento, el que aplana la calle por la que transitas, el que limpia la basura que tú creas y aquel gusano que descompone tus desperdicios y comienza el ciclo de tus alimentos, por los cuales estás creado.

Algún día podrás desprenderte de la forma que habitas y de la forma en que han dejado tu mente y te encontrarás contigo…y con el cosmos, y con cada mota de polvo que lo forma y que habita en ti, pues tú existes por cada cosa que te rodea.

Algún día podrás prescindir de tus deseos y de tus miedos a ser juzgado, podrás perder tu propia forma y dejarte ver cómo los otros te quieran ver sin importarte lo que otros vean o digan de ti. Por que en ese instante tú verás en ti lo que siempre quisiste ver y seguramente entenderás que eres parte del todo, y todo lo que otros ven en ti y juzgan, es lo que ellos son; por eso pueden verlo. Entonces es el momento de compadecerte de ellos y no de juzgarlos o temerles.

Cuando todo esto y aún alguna otra cosa puedan actuar sobre ti y puedas despegarte de la forma que rodea tus pensamientos, entonces serás más libre, y podrás despegarte de los conceptos de los demás.

Algún día entenderás que tus deseos, son sólo sueños que pueden impulsarte pero que sin ellos eres más tú mismo, entonces ese día, ya no los necesitarás. Entonces verás que el sentido de tus sueños es reconocer que en la felicidad y estabilidad de los demás podrás reconocer las tuyas, y ese es el sentirse pleno, en comunión con todo.

 Cuando entiendas que todo lo que te ata, está en tus conceptos y puedas liberarte de ello, entonces serás totalmente libre, dejando tus propios conceptos y tu “yo” ya no te esclavizará. Entonces y sólo entonces le encontrarás el verdadero sentido a la vida, dejando de parecer y sólo fluyendo en libertad.

Culpas…



¿Que culpa tengo de haber nacido indígena…? 
Y de que el indígena sea discriminado 
¿Que culpa tengo de amar las estaciones..? 
de ver mi libertad y el vuelo del ave como un hecho, 
de pensar que la tierra en que nací 
me pertenece por derecho 
y de no saber que se compra mi derecho a vivir 
con dos monedas.. 
¿Qué culpa tengo de no saber que algunos 
quieren poseer el aire que respiro, 
y el agua que bebo? 
Y que otros aprovechan sus nociones 
para llamarme ignorante, y descreído… 
Si mi dios ha sido el sol… 
hasta que me impusieron el suyo, 
si mi cuna fue mi tierra, 
hasta que me desterraron, 
si mi sabiduría fue la naturaleza 
hasta que introdujeron sus enfermedades… 
Si mi salvación es mi don de paz 
y me la fueron quitando en pos del progreso… 
¿qué culpa tengo…? 
de querer tanto a mi tierra 
de ser ella lo único por lo que vivo… 
de pretender respirar mi aire puro 
de llorar al hermano árbol, cuando lo derriban 
de llorar al hermano río, si lo contaminan… 
¿Qué culpa tengo…? 
¿Que culpa tengo de que vendan mi selva? 

Sandra Elizabeth Gutiérrez Alvez 
Seda
(2009)

poesía y más...



 La reflexión de un momento de venganza
(fragmento)
El apuntó a su sien, y ella cayó de rodillas en el suelo
Preguntándose, ¿por qué a mi?...


(Pero esta historia comienza en un borde de la ciudad
cuando él y sus hermanos crecieron en la calle…)


Hoy sus cuerpos yacen caídos en las esquinas…
y la desnudez y su sigilo marcan sus angustias…
son parte del tránsito y del circo de la vida,
y mendigan o venden las únicas artes
que les permitió dominar, esta sociedad suicida.
Ellas caminan buscando saciar los cuerpos ansiosos de carne,
ellos tras el líquido del vuelo y la embriaguez.
Y se olvidan de leer, de crecer, y de aprender
porque apenas pueden saciar sus primitivas miserias.
Porque son una pieza de los abandonados por la vida
Y se apartan a hartarse en el silencio de su propia ruina…
Entreverándose en los sonidos urbanos…
despellejando basura para alimentar su insaciable ansia
y se distraen pensando en cómo sería quedarse con lo nuestro…
Y ahí es cuando los odiamos, rotulamos y condenamos,
encerrándolos peor que a animales salvajes,
a vivir como escoria, a degenerar lo poco que les queda…
Mientras los verdaderos reos, se esconden entre nosotros.
Y pasean en limusinas.
Y sus rostros se exhiben en carteles.
Y se sientan en las universidades a dar cátedra de seguridad.
Pero…
¿Qué diferencia hay, entre aquellos y nosotros?
¿Qué diferencia hay?
Si mi ansiedad se calma con dos o tres pastillas,
y la tuya, con una pitada de buena hierba.
Si no puedo vivir sin conectarme,
ni mostrar mi nuevo complemento…
Si mi obsesión es tu amor , y la tuya el sexo y la oficina..
Si en la universidad estudias marketing
para aprender a aprovechar la debilidad y el gusto ajeno…
y te regodeas en tus vicios y caprichos,
y los muestras como logros y trofeos.
Y nos vamos robando unos a los otros
Inventando estrategias y espejitos…
Dándole apodos a nuestras nuevas estafas
Porque nosotros,
los que nos creemos cultos, educados, poderosos, ricos, y famosos
somos de carne y hueso, igual que aquellos
y provenimos del mismo animal que ellos…
o de la conciencia del mismo dios…
y fuimos hermanos algún día…
y ocupamos el mismo lugar en el cielo
o el mismo código genético nos perteneció…
y en el principio fuimos uno, y luego dos, y tres…
y hoy, nos creemos unos, que somos más que otros…
Entonces algún día, aunque sea sólo un día,
aunque sea por un instante,
es cuando ellos nos hacen sentir
como nosotros les hacemos sentir toda su vida…

Sandra Gutiérrez Alvez


soltar y obtener

No me gustan los ricos principales,
ni los principales ricos de allá fuera.
No me gusta una diosa que no llora
ni la gente que ignora la injusticia.
No me gustan los bombos y platillos
que anuncian los burgueses en su tinta.
No me gustan las clases clasicistas
ni el que compra para alimentar su vista.
Sólo quiero al oro que alimenta
el que hace que gire el engranaje,
y, al que al pueblo en bien de todos representa
debería considerar ese bagaje.

“Pero, el mundo es muy amplio y poderoso
y son pocos los que tienen todo el oro”,
eso dicen los que aún no se percatan
que en el amor y la paz está el tesoro.
Es por eso, que cada uno de nosotros
debería volver la hoja al pensamiento,
compadecerse del alma del tirano
que ha causado el verdadero el sufrimiento.
Mas, no olvidar que el conciente está despierto
que sufre en realidad las injusticias,
y que el sufrimiento te hace fuerte y poderoso
aunque no sea lo a que “ellos” regocija.
…………………………………………..
Y, como son muchos los pobres de este mundo
los hambrientos, los débiles, y enfermos;
los que aún conservamos nuestro aliento
debemos iluminar de pensamientos.
Y, es el momento de que alcemos nuestras armas,
las del amor, la paz y la conciencia,
sabiendo que la humanidad se hermana
y necesita este cambio con urgencia.
Y, sin miedo a que nos consideren unos locos
vamos a unirnos acelerando nuestro rumbo,
porque la tierra, se cae poco a poco
debemos forjar con amor, un nuevo mundo.
Pues el alma del hombre y su conciencia
es el arma más valiosa y poderosa
y no hay oro, ni injusticia, ni sapiencia
que venza al amor, al perdón, y la paciencia.
……………………………
Por eso:
suelto mis “no” y alzo el amor como bandera
deseo abundancia para todos en el mundo,
y aunque parezca una utopía para algunos,
confío en un cambio interior, pero profundo,
de nuestro cosmos y el hombre en su conjunto


Sandra Gutiérrez Alvez

La corola perfecta

  La corola perfecta, el centro abierto. Y la esperanza brillante como polen maduro a la sombra de los sueños. La esperanza vendrá. Es neces...