Conciencia sabia.
No puedo adueñarme de tu conciencia
ni puedo inventarte una, no es mi derecho.
Ni siquiera debería moverte para que despiertes.
Pero no resisto verte dormido.
Sé que debo vibrar a tu lado, a mi ritmo,
y esperar que aceleres tus latidos, al tuyo,
compartiendo las verdades que otros me enseñaron
escuchando lo que quieres comunicarme…
Puedo desear que asimiles,
pero si lo haces o no, ya es tu parte.
Quiero invitarte a que despiertes
pero debo advertirte, que ser conciente
es una condición valiosa, y tantas veces dolorosa.
Yo apenas puedo cargar con mi conciencia
y el sufrimiento que me provoca observar la vida.
Si te invitara a mi sillón, a ver mi película,
verías el proceso de la forja, paso a paso,
observando el mundo, razonando,
educando mi mente y abriendo mi corazón;
tal y como me lo enseñaron los sabios,
a través de los tiempos.
Verías las veces que me oculté de la gente
por no resistir el dolor de las eczemas
que me produjeron las conciencias ajenas…
Mas, sé que es parte de mi debilidad y a nadie culpo de eso.
No creas que ha sido fácil mi camino,
muchos han querido moldearme a su gusto y manera,
pero hasta ahora, he podido librarme.
No por falta de compromiso,
sino por intuición y sentido de alerta
ante el sufrimiento.
Ya debería saber que sufrir es parte del proceso de crecer
y que debo ayudar, sin juzgar ni involucrarme,
pero soy humana y también débil.
Respeto sus campos de vida , y sus cielos de expansión,
aunque a veces no tengo más que cargar con ellos
como si fueran míos, porque los amo.
Los amo, aunque ellos no lo sepan ni lo crean.
Si vienes, podría enseñarte cómo aprendí de las prácticas ajenas,
y revelarte los secretos de los libros de los sabios.
Podría caminar contigo, como caminaron conmigo,
y observar, tomar, guardar, usar y desechar,
agradecer y bendecir, las bondades de la vida.
Mostrarte el conocimiento y la acción que te dan sabiduría.
Y verías como la mayor biblioteca la llevas dentro,
conectada al lado izquierdo de tu pecho;
sé que disfrutarías lo valioso de encontrarla.
Pero, ya todo lo sabes,
mi misión, hoy, es refrescarte la memoria.
Mente y corazón forman la conciencia,
ella es sabia,
y es con ella que podemos resolverlo todo.
A veces lo olvidas…
Por eso vengo a tu lado y te lo recuerdo,
porque te amo.
Nunca olvides que te amo.
Mas, como soy humana y también débil.
si un día me ves perdida,
con lo que aprendas, quizá puedas ayudarme...
Sandra Gutiérrez Alvez
Si supieras que cuando lloro, muchas veces lo hago mientras pienso en ti, en tu soledad interna, en la soledad que rodea los gajos de tu mundo, tu verdadero mundo, ese que no has podido llenar de vicios y dependencias. Ese mundo que se divide en rutinarios y obsesivos rituales, iguales y continuos, como los gajos de una naranja que en círculo se disponen formando una esfera casi perfecta, siempre igual a través de los tiempos. Pero en tu interior, tú sabes que todos estos ciclos y rituales son apenas un ligero lienzo que usas para secar esas lágrimas que vienes acumulando desde tu pasado y que refinarán los fracasos de tu futuro.
Porque tu soledad proviene de los monstruos del ayer, de lo que tuviste en demasía y de lo que realmente faltó en tu vida; proviene de tus antiguos miedos los que absorbiste de una sociedad incierta y temerosa, proviene de las caricias y abrazos que nunca has dado, y de las que no permitiste que te dieran, de lo que no te admitiste vivir en esta vida, y de todo aquello que no te dejó ser quien querías ser, y lo que realmente deseabas hacer, no lo que otros se inventaron de ti y para ti.
Ahora yaces solo, en una esquina de tu vida, echado fuera de tu auténtico lecho y con más frío que antes, como un cachorro. Con menos recuerdos, talvez, de tanto bloquear duelos y esconder lágrimas, mientras ibas amontonando en tus anaqueles alternantes montones de ceniza y barro, provenientes de las horas en que fuiste tratando de moldear tu vida y la de los que te rodeaban.
Te creíste maestro de tu propia existencia, te liberaste del Creador y el Universo y quisiste ser magistral ejemplo para otros, sin reparar en ser tú en conexión contigo mismo.
Hoy ves que no fuiste más que un arlequín sin disfraz y sin máscaras, por que al final de todo, ni eso has podido conservar, y muchas veces ni siquiera eso has sido capaz de mostrar, escondiéndote entre bambalinas.
¿Cómo no voy a llorar por ti, el que aparece y desaparece de la historia? Si yo misma pienso en las tantas ocasiones que quise imitarte; y hoy lloro por ti y por mí.
Miro esa esquina rota de tu vida y los cables que cuelgan sobre tu cabeza, no son más que los hilos de tu marioneta, ya desconectados de tu antiguo ser…Ya no eres dirigido ni diriges, porque has perdido la verdadera conexión contigo, con todo y con todos… ya no eres quien soñaste ser, porque te perdiste en tu camino.
Hoy eres prisionero de tu pasado y un tímido caminante del futuro, hoy eres pasado y futuro, hoy eres todo y nada, como siempre los has sido; en el hoy se conjuga todo tu ser y si hoy no reaccionas…¿cuándo has de hacerlo?
¿Cómo no voy a llorar por ti, hombre sin sueños?
Sandra Gutiérrez Alvez
A quien corresponda :
Quizá nunca has podido enfrentar tus propias emociones, y si las enfrentas, seguramente las abandones por miedo a perder, y al ridículo; enganchado en la somnolencia que te produce el sistema, en las apariencias, en el camino al éxito, en las posesiones y en los pequeños actos que el humano crea y realiza para excusarse de ser feliz. No me gustaría verte triste, cuando despiertes y veas que todo ha sido en vano, y que un espejismo nunca es real.
Quizá jamás pierdas esa soledad interna, ni el sentimiento de disminución que creas ante las figuras que tú idealizas, sin recordar que todos somos iguales, unos con más tesoros de tiempo, espacio y conocimiento pero con el mismo valor humano, pues el verdadero tesoro habita en el corazón.
Quizá nunca puedas admitir que recibes y das caricias que no deseas, esas que no rechazas porque no soportas estar solo, es triste, pero cierto, e internamente lo sabes.
Quizá hasta camines al lado de alguien, simplemente, porque acompaña tus pasos mientras te consciente en todo. Alguien que no te guía, ni te sigue, ni te entiende, ni te ama, simplemente conoce tus malos días y sabe de tus locuras y ni siquiera las esquiva. ¿Te has preguntado por qué está contigo? ¿Será que simplemente permanece a tu lado porque es quien es y eres quien eres? ¿Eso es suficiente? Por que eres sustento y droga, y ambos la perdición de los dos. Seguramente han permanecido juntos porque dependen mutuamente. Se amoldó a tu vida, te hizo salir de la antigua rutina, y pronto te envolvió en la suya, perdiendo por esa persona toda tu vida…Ahora ya no eres tú sino ella, y ella ya no es ella, sino tú…y si no eres feliz, eso terminará en catástrofe, siempre.... Algún día explotará la bomba de cúmulos y actuaciones…Ambos deben ser quienes verdaderamente son, para llegar a ser sólo uno. Cada uno debe ser él sin someterse ni someter. Ambos se necesitan desde su individualidad, para crecer como pareja, y deben crecer como individuos para seguir siendo uno. Ríe, llora , actúa, crece, pero siempre sé tú mismo.
Quizá juntos gimen y resuellan en esas noches de sudor en una cama que les da momentos de felicidad, y luego los deja vacíos, a ambos, aunque no lo admitan y sigan diciendo al mundo que se aman y disfrutan. Pero salen en búsqueda continúa de nuevas ilusiones…y si no, ¿como es que encuentran a otros? Acaso… ¿uno no encuentra lo que secretamente busca?
Quizá deberías enfrentarte a ti mismo y decirte: “quiero ser, amar y encontrarme, regresar a mi yo, quitarme esa maldición de perderme y enfrentar cada día de cambio para crecer”.
Quizá, pensar que no puedes y que ni siquiera deberías intentarlo, no es lo correcto, Pero no has sido lo suficientemente valiente, para llegar a amarte verdaderamente, y soltar tus drogas y bastones...Pero...
Quizá hoy sea yo, quien me equivoque, pues a pesar de todo, yo pude, ¿ por qué, tú, no podrías? Y si puedes ¿por qué no lo haces?
Aún estás vivo. Quizá, aún estés a tiempo.
Sandra Gutiérrez Alvez
A quien corresponda III
"Cuando entiendas que todo lo que te ata, está en tus conceptos,
quieras liberarte de ellos y los deseches, la libertad será tu amiga"
A ti, que estás buscando el sentido de tu vida:
Algún día podrás entender, que no eres sólo lo que ves. Que perteneces al todo, que en tu interior vive todo aquello que en el fondo reconoces como ajeno y ni siquiera sientes como propio.
Algún día podrás reconocer que tu “yo” está plagado de todo lo que te rodea, que tú eres quien eres gracias a todo lo que ronda en tu exterior y que existe desde siempre… Que eres sol y agua, eres raíz y fruto, flor y semilla. Eres además la mariposa que poliniza y la gota de rocío que moja el alimento que comes cada día, eres tu prójimo, que elabora tu alimento, el que aplana la calle por la que transitas, el que limpia la basura que tú creas y aquel gusano que descompone tus desperdicios y comienza el ciclo de tus alimentos, por los cuales estás formado.
Algún día podrás desprenderte de la forma en que habitas y de la forma en que han dejado tu mente y te encontrarás contigo… con el cosmos, con el Creador y con cada mota de polvo que lo forma y que habita en ti, pues tú existes por cada uno de ellos, de alguna manera.
Algún día podrás prescindir de tus deseos y de tus miedos a ser juzgado, podrás perder la propia forma que te contiene y te dejarás ver no cómo los otros te quieran ver, sino como realmente eres sin importarte lo que los otros vean o digan de ti. Por que en ese instante tú reconocerás en ti lo que siempre quisiste ver y seguramente entenderás que eres parte de la inmensidad. Seguramente todo lo que otros ven en ti y juzgan, es lo que ellos son; por eso pueden verlo.No les creas, sé tú mismo. Este será el momento de compadecerte de ellos y no de juzgarles o temerles. Será el momento del despegue de tus propias leyes que te esclavizan.
En algún momento entenderás que tus deseos son sólo sueños que pueden impulsarte. Más, cuando veas que una vez cumplidos ya puedes prescindir de ellos. Ese día serás tú mismo, porque ya no los necesitarás. Verás que el sentido de tus sueños es reconocer que en la felicidad y estabilidad de los demás puedes reconocerte, porque todos provenimos de la misma fuente, y la felicidad es sentirse pleno, en comunión con todo.
Cuando todo esto y aún algún otro suceso puedan actuar sobre ti y alcances despegarte de la forma y límites que rodean tus pensamientos, entonces serás más libre, lejos de los conceptos individuales y colectivos ajenos, lejos de tus propios límites creados, para unirte al Universo y al Creador, y poder reconocer la importancia de cada elemento que nos rodea en nuestro pequeño gran hogar: la Tierra ..
Ese será el día que encuentres el verdadero sentido a la vida, dejando de parecer y padecer, sólo fluyendo en libertad entre los demás. Siendo tú mismo en comunión con todo. Amando la vida.
Sandra Gutiérrez Alvez