La corola perfecta

 


La corola perfecta,
el centro abierto.
Y la esperanza brillante
como polen
maduro a la sombra de los sueños.
La esperanza vendrá.
Es necesaria
y se lleva en los huesos como médula.
Ella vive latente y vigorosa
en pupilas heridas,
en espaldas caladas por la lluvia
y en las manos curtidas por la tierra.
Ella vive y sostiene muchas vidas
mientras la lluvia empaña sus espejos,
los huracanes avientan las corolas
y el infértil polen se disuelve…
Pisando sobre brazas,
descarnados los pies aún prosiguen.
Y la esperanza vendrá
sobre el exilio. Ella vendrá
a brillar en los rincones húmedos y fríos
de anegados hogares.
Y como sol de enero sobre el cielo
vendrá a marcarte con su fuego
a estampar su presencia en tu ADN
como legado infinito de tu siembra.
La corola perfecta es una línea
que se adelanta al tiempo.
Una línea potente y peligrosa,
una línea de fuego,
que se vuelve letal
cuando se extingue…
Salma /2016

La cadena







La cadena

Me preguntas las razones de mi ayuda
(y no las hay).
Me hablas de devoluciones y reintegros
(y no es la forma).

Sigue la cadena que el efecto fluya y se multiplique.

Paga tus deudas con  el otro
con el que viene cansado y triste
con el dormido
con los que sudan necesidad
porque el mundo es una máquina impiadosa
y el amor falta.

Abre tus ojos y observa.

¿Aún crees que no hay motivos?
¿que la vida no es injusta lo suficiente 
para verla a los ojos y dejarla mirarte sin reclamaciones?
Esta es mi razón
el sentimiento
la idea
la sensatez  
ante la irreverente injusticia que es el mundo
que como un animal mitológico
se traga tus ilusiones con sus cuatro cabezas y te avienta al abismo.

No es esencial la devolución 
cuando la necesidad te está llamando.
Pasa el favor 
conviértete en eslabón
  
De mí otros se encargan.
La parte buena de la vida se encarga.
El amor se encarga. El Uno se encarga.
Por eso pude acariciar algunas almas,
con un apoyo
una enseñanza o una palabra.
Porque antes estuvo otro sosteniéndome en cuerpo y alma.
Y ahora te sostengo a vos por un tiempo
hasta que llegue tu momento de ver más allá de lo intangible
de entender la idea y aferrarte al amor como bandera.

Y no intentes acariciar mi ego con elogios,
para eso estoy yo, que lo halago y sosiego
y lo mantengo a raya de mi candente humanidad,
un ser alimentado a culpa y miedo 
que descubrió el amor casi sin saberlo.

Aunque mi bondad no es infinita
ni soy un ángel
creo que ni buena persona
apenas un objetor de conciecia
creador de espacios de amor 
repartidor de posesiones y tiempo
eterno estudiante de la vida. 
Recuerda que me entrené en tiempos de vacas flacas
y respondo al dolor por propia experiencia.
por eso  cuando dices "duele" o "falta" puedo saber de lo que hablas.

Y como mi conciencia no trabaja para el sistema,
sino  para lo que ve y siente
como no siempre cae bien 
y mi tiempo es limitado en esta tierra
puede que  un día se borren mis palabras
se oculten mis acciones y se olvide mi nombre.
Pero todo está dicho y hecho
y es lo que importa. 

Sos el  eslabón siguiente y en vos confío.

Hoy te escucho, ocupo tus zapatos y te entiendo.
Y aunque a veces calle o presione  
 o reclame más de ti para ti mismo
aunque me vea iracunda ante la injusticia
o levante el volumen de mi voz ante la insensatez
ella entiende 
ella te ama. Ella no juzga, ama.

Y estaremos aquí 
en la cadena 
juntos
hasta que sea necesario
o hasta que el cuerpo aguante.

Sandra Gutiérrez Alvez

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Crédito de la fotografía:  Manos ayudando www.freepik.es/autor/bodysport

La raíz de la paz




Todos, de alguna forma, somos portadores de violencia, porque la violencia es una forma de defensa contra nuestros miedos. Ella habita en nosotros como un enemigo y se manifiesta en nuestra forma más visceral. Luchar contra esos enemigos internos, de igual forma que  contra las reacciones ajenas, es trabajar en pos de la paz interior, es llenar el corazón y hacerlo un instrumento de paz. Por otra parte, la razón y la conciencia deberían acompañarlo como instrumentos que usemos con más frecuencia a nuestro favor. Muchas veces actuamos irracionalmente ante a las injusticias,  las pérdidas y las traiciones llevados por  pasiones,  frustraciones o orgullo, pero la razón debería sopesar las consecuencias de nuestros actos y la conciencia, si la entrenamos, debería alertarnos y dirigirnos. Tres instrumentos en acción que pueden ser raíz de nuestra paz y la de quienes nos rodean. 

Muchas culturas anteponen la cara oscura del orgullo  ante la humildad y el ego ante la razón lo que derivan en odios que muchas veces les ha llevado a conflictos armados, por generaciones. Una mala actitud sumada a una educación cerrada en tradiciones que se siguen ciegamente sin cuestionar, fanatismos  e ideas que valen más que la vida , terminan en un caldo que significa  odio, guerra y muerte, nada beneficioso para ninguna de las partes. 
Actuar pacíficamente, es un camino de salida de este mundo convulsionado. Todos, absolutamente todos los humanos, somos capaces de cambiar los paradigmas en lo que hemos sido educados. Si nos lo proponemos y cada cual se hace responsable de su  vida y sus acciones que influyen en el futuro colectivo, el cambio social es posible.  Recordemos que el otro también somos nosotros,  y en esa interrelación somos un todo. Somos la humanidad que forja o destruye la vida, nuestro poder es pequeño, pero también inmenso si nos unimos. 
Hay pequeños y grandes actos que podemos hacer a diario, que nos llenan e irradian paz . Si ponemos algunos de estos actos de colaboración en la comunidad, como tirar la basura en los cestos y no en la calle, mantener en orden nuestra vereda o los recintos comunes con nuestros vecinos, colaborar en campañas de salud o educación comunitaria, donar de nuestro tiempo, recursos, aptitudes o talentos en hospitales, centros educativos o fundaciones.Ayudar a alguien a cruzar la calle, a subir al autobús, o llevar los paquetes, participar de actos pacíficos en pos de causas que se consideran justas, saludar y crear vínculos, cuidar el planeta generando menos residuos, cuidar de nuestra salud y alimentarnos sanamente, pensar antes de contestar, no adherirnos a pensamientos extremistas ni practicar acciones extremas y sobre todo mantener una actitud pacífica frente a cualquier conflicto, estamos colaborando en gran manera con la paz y la salud de nuestra comunidad.  Tener empatía con el prójimo, acercarnos al más necesitado, a quien sufre la violencia extrema, a los discriminados, los enfermos, los pobres, los abusados, los desvalidos,  además de ayudar, nos hará crecer como personas, vernos en su espejo  y entender por qué es necesario implementar cambios que nos lleven a vivir en equidad, cambios que deriven en paz para todos. 

Recordemos que en un acto de violencia hay dos actores:  la víctima y el victimario, y no hay ganancia para ninguno.  La víctima sufre el dolor de serlo y el victimario su degradación como humano, además del odio de quienes lo sufren y de todo aquel que en su sana razón lo desaprueba. 
A pequeña escala, si somos víctimas o victimarios y queremos salir de esa prisión  debemos actuar con prisa, porque la violencia es adictiva y demasiado peligrosa para que le demos tregua. Dentro del grupo familiar, siempre hay que guardar la esperanza de que la situación cambie, nunca demos nada por perdido, pero actuemos, actuemos con prontitud, porque las situaciones no cambian por sí solas, nosotros debemos implementar cambios. Una primera acción es tomar distancia de la fuente de violencia y acudir en busca de ayuda, con  profesionales, centros religiosos, de salud mental o de rehabilitación contra la violencia entrenados para hacerlo, y sobre todo trabajar en solitario en pos de la paz interior, el perdón y la reconciliación consigo mismo y con el otro. Este mismo patrón puede ser aplicado en los pequeños grupos sociales o de amigos, centros de estudios o comunidades, donde todos se conocen y en definitiva saben que dependen unos de otros y que el bien de uno, redunda en el bien de todos. Nunca deberíamos naturalizar ni considerar la violencia como un acto jocoso o sin riesgos, porque lo que empieza con una broma de mal gusto puede terminar en muerte, odios y divisiones de  familias, comunidades o países. 
 
Globalmente,  ocurren actos de violencia e impunidad imperdonables, como guerras, genocidios, torturas y desaparición de personas, entre otros,  actos causados por grupos extremistas políticos o religiosos, estados terroristas, traficantes de personas, armas o drogas, grupos mercenarios, etc; actos que van dejando heridas profundas en sus víctimas, heridas  difíciles de curar que con el tiempo derivan en  más violencia. Es cierto, que algunas experiencias de dolor se marcan a fuego y no pueden borrarse del corazón, pero no es bueno que naturalicemos la venganza y el odio como estrategias para salir de ellas. La venganza no lleva a nada bueno. 
A gran escala, estados y corporaciones han engendrado la mayor parte de la violencia del mundo,  repercutiendo en lo pequeño, en cada ser que sufre lo que otro está vengando, lo que otro quiere conquistar u obtener, lo que otro considera una antigua deuda, lo que otro desea obtener guiado por la ambición, etc, etc. Algunos gobiernos con sus socios corporativos comienzan sus estrategias con políticas económicas que generadoras de hambre y pobreza, a lo que le siguen las devastadoras guerras  y pueblos en extrema vulnerabilidad, exiliados o refugiados en campos en condiciones degradantes.  Esto termina con  familias divididas  y devastación sociedades enteras, genera odios y enemistades que se transmiten por generaciones. 

Las políticas generadoras de pobreza, son violencia implícita, porque nadie puede tener absoluta paz, cuando tiene hambre, mala salud e inestabilidad económica; nadie puede alcanzar la paz sino sabe si tendrá un plato de comida mañana, si no tiene una fuente de trabajo o agua potable, si pasa frío o extremo calor, si no puede gozar del beneficio de la higiene ni alcanzar una educación que lo conduzca hacia todo eso. Nadie puede conseguir paz, sino puede gozar y estar orgulloso de su fe, su raza, su género, su nacionalidad o su pensamiento, nadie puede alcanzar la paz privado de sus libertades y derechos fundamentales, si es obligado a apartarse de su familia y sus costumbres si es discriminado o degradado socialmente por su elecciones y su forma de vida. Nadie puede alcanzar paz si no puede amar en libertad.  La paz es un todo con las necesidades humanas y crece desde las acciones.

Creo que podemos imaginar dónde se origina todo esto: en el corazón.  El mal y el bien, la violencia y la paz. Por lo tanto, podemos darle lugar al enemigo, a que nos llene de odios, de envidia, de mentira, de falso orgullo, de ansias de perfección o primacía, de discriminación o nefasta violencia, porque esa gota puede ser la derrame el vaso, la que llene el corazón de maldad y lo corrompa, la que frene la razón y ciegue nuestra conciencia, nos convierta en victimario y haga de nuestros instrumentos de paz, armas para la guerra. Mantener la calma, evita pequeñas guerras y el efecto generador puede ser maravilloso. 

La paz empieza en cada uno de nosotros. Y en paz, todo es posible...

Salma
Sandra Gutiérrez Alvez

14 de agosto



14 de agosto

Las calles milenarias pobladas de carniza.
La revolución se ha vuelto coágulo.
Humanos humeantes de sus ramas desgajados,
metrallas sobre el horizonte.
El desierto aloja el aroma de sus muertos.
El llamado gime una oración corta
y los faraones ríen en sus tumbas.
El caos sopla velas sobre el mar de las razones,
mas, nunca habrá razones para la muerte absurda.
Hoy la muerte se ha escrito por decreto in-humano
y el dedo acusador se interpuso al destino.
Apresado el elegido, se libera al títere homicida.
Y por entre el caos la gente sufre, sufre…
Se derrama la sangre como cera de mil velas,
fundida, seca y mezclada cae en el abismo,
tal como una gota oscura.
El tiempo no regresa y tampoco los muertos.
Ya ni Dios pudo salvarlos de una trampa segura,
ni Dios, aunque provea la gota esperanza.



Salma Hassan
Agosto de 2013

UNA Y OTRAS / Las sequías






Las Sequías


Este fue un año de sequías. 
La sequía, un monstruo que devora poco a poco el hábitat, las pertenencias, las ilusiones y hasta la cordura de la gente. Lenta y paulatinamente mata cada cosa de cada rincón que ataca.

No es necesario ser muy observador para notar que muchas sequías habitan hoy todo el planeta. Y todas ellas, acongojan mi alma.

He visto padres corriendo tras el oro virtual, dejando a sus niños horas frente a una extensión de sus sentidos, atados a un control, creando y alimentando una adicción para toda la vida, sintiéndose poderosos por acceder a matar, robar y dominar a sus pares con un sólo clic.

He visto a los que enriquecen con la debilidades ajenas, y a los "menos afortunados" escondiéndose para "quemar" o beber en una esquina. También a los que ya no tienen nada que perder, que arriesgan hasta el último suspiro por un gramo de basura.

He visto a muchos burlándose de las desgracias ajenas y a otros abusar de las necesidades de sus semejantes.

He visto mujeres, que se atan a un hombre, solo por andar sobre ruedas y adquirir cuánto deseen, mientras regodean sus sentidos con las falsas promesas de otros que aspiran poseer lo ajeno. Y en esos triángulos de mentiras he visto la violencia y el abuso de poder codearse con la hipocresía y la posición social.

He visto a los demagogos enriquecerse creando mundos de fantasía e inocentes comprándoles sus promesas. 

Pero también he visto el manejo de las conciencias mediante el miedo, creando y manipulando leyes a su antojo.

He visto el cadáver del espíritu de la gente.

Y este año, en esta región, hemos padecido una gran sequía, sin duda no menos peligrosa que la que invade gran parte del alma de la humanidad.

Sandra Gutiérrez Alvez
2008

A quien corresponda:

Conciencia sabia.


No puedo adueñarme de tu conciencia
ni puedo inventarte una, no es mi derecho.
Ni siquiera debería moverte para que despiertes.
Pero no resisto verte dormido.
Sé que debo vibrar a tu lado, a mi ritmo,
y esperar que aceleres tus latidos, al tuyo,
compartiendo las verdades que otros me enseñaron
escuchando lo que quieres comunicarme…

Puedo desear que  asimiles,
pero si lo haces o no, ya es tu parte.

Quiero invitarte a que despiertes
pero debo advertirte, que ser conciente
es una condición valiosa, y tantas veces dolorosa.
Yo apenas puedo cargar con mi conciencia
y el sufrimiento que me provoca observar la vida.

Si te invitara a mi sillón, a ver mi película,
verías el proceso de la forja, paso a paso,
observando el mundo, razonando,
educando mi mente y abriendo mi corazón;
tal y como me lo enseñaron los sabios,
a través de los tiempos.
Verías las veces que me oculté de la gente
por no resistir el dolor de las eczemas
que me produjeron las conciencias ajenas…
Mas, sé que es parte de mi debilidad y a nadie culpo de eso.

No creas que ha sido fácil mi camino,
muchos han querido moldearme a su gusto y manera,
pero  hasta ahora, he podido librarme.
No por falta de compromiso,
sino por intuición y sentido de alerta
ante el sufrimiento.

Ya debería saber que sufrir es parte del proceso de crecer
y que debo ayudar, sin juzgar ni involucrarme,
pero soy humana y también débil.
Respeto sus campos de vida , y sus cielos de expansión,
aunque a veces no tengo más que cargar con ellos
como si fueran míos, porque los amo.
Los amo, aunque ellos no lo sepan ni lo crean.

Si vienes, podría enseñarte cómo aprendí de las prácticas ajenas,
y revelarte los secretos de los libros de los sabios.
Podría caminar contigo, como caminaron conmigo,
y observar, tomar, guardar, usar y desechar,
agradecer y bendecir, las bondades de la vida.
Mostrarte el conocimiento y la acción que te dan sabiduría.
Y verías como la mayor biblioteca la llevas dentro,
conectada al lado izquierdo de tu pecho;
sé que disfrutarías lo valioso de encontrarla.

Pero, ya todo lo sabes,
mi misión, hoy, es refrescarte la memoria.

Mente y corazón forman la conciencia,
ella es sabia,
y es con ella que podemos resolverlo todo.
A veces lo olvidas…
Por eso vengo a tu lado y te lo recuerdo,
porque te amo.
Nunca olvides que te amo.
Mas, como soy humana y también débil.
si un día me ves perdida,
con lo que aprendas, quizá puedas ayudarme...

Sandra Gutiérrez Alvez



A quien corresponda:


            Si supieras que cuando lloro, muchas veces lo hago mientras pienso en ti, en tu soledad interna, en la soledad que rodea los gajos de tu mundo, tu verdadero mundo, ese que no has podido llenar de vicios y dependencias. Ese mundo que se divide en rutinarios y obsesivos rituales, iguales y continuos, como los gajos de una naranja que en círculo se disponen formando una esfera casi perfecta, siempre igual a través de los tiempos. Pero en tu interior, tú sabes que todos estos ciclos y rituales son apenas un ligero lienzo que usas para secar esas lágrimas que vienes acumulando desde tu pasado y que refinarán los fracasos de tu futuro.

             Porque tu soledad proviene de los monstruos del ayer, de lo que tuviste en demasía y de lo que realmente faltó en tu vida; proviene de tus antiguos miedos los que absorbiste de una sociedad incierta y temerosa, proviene de las caricias y abrazos que nunca has dado, y de las que no permitiste que te dieran, de lo que no te admitiste vivir en esta vida, y de todo aquello que no te dejó ser quien querías ser, y lo que realmente deseabas hacer, no lo que otros se inventaron de ti y para ti.

             Ahora yaces solo, en una esquina de tu vida, echado fuera de tu auténtico lecho y con más frío que antes, como un cachorro. Con menos recuerdos, talvez, de tanto bloquear duelos y esconder lágrimas, mientras ibas amontonando en tus anaqueles alternantes montones de ceniza y barro, provenientes de las horas en que fuiste tratando de moldear tu vida y la de los que te rodeaban.

              Te creíste maestro de tu propia existencia, te liberaste del Creador y el Universo y quisiste ser magistral ejemplo para otros, sin reparar en ser tú en conexión contigo mismo.

               Hoy ves que no fuiste más que un arlequín sin disfraz y sin máscaras, por que al final de todo, ni eso has podido conservar, y muchas veces ni siquiera eso has sido capaz de mostrar, escondiéndote entre bambalinas.

               ¿Cómo no voy a llorar por ti, el que aparece y desaparece de la historia? Si yo misma pienso en las tantas ocasiones que quise imitarte; y hoy lloro por ti y por mí.

                  Miro esa esquina rota de tu vida y los cables que cuelgan sobre tu cabeza, no son más que los hilos de tu marioneta, ya desconectados de tu antiguo ser…Ya no eres dirigido ni diriges, porque has perdido la verdadera conexión contigo, con todo y con todos… ya no eres quien soñaste ser, porque te perdiste en tu camino.
                Hoy eres prisionero de tu pasado y un tímido caminante del futuro, hoy eres pasado y futuro, hoy eres todo y nada, como siempre los has sido; en el hoy se conjuga todo tu ser y si hoy no reaccionas…¿cuándo has de hacerlo?
        
                 ¿Cómo no voy a llorar por ti, hombre sin sueños?

Sandra Gutiérrez Alvez

A quien corresponda II

A quien corresponda :

Quizá nunca has podido enfrentar tus propias emociones, y si las enfrentas, seguramente las abandones por miedo a perder, y al ridículo; enganchado en la somnolencia que te produce el sistema, en las apariencias, en el camino al éxito, en las posesiones y en los pequeños actos que el humano crea y realiza para excusarse de ser feliz. No me gustaría verte triste, cuando despiertes y veas que todo ha sido en vano, y que un espejismo nunca es real.
Quizá jamás pierdas esa soledad interna, ni el sentimiento de disminución que creas ante las figuras que tú idealizas, sin recordar que todos somos iguales, unos con más tesoros de tiempo, espacio y conocimiento pero con el mismo valor humano, pues el verdadero tesoro habita en el corazón.
Quizá nunca puedas admitir que recibes y das caricias que no deseas, esas que no rechazas porque no soportas estar solo, es triste, pero cierto, e internamente lo sabes.
Quizá hasta camines al lado de alguien, simplemente, porque acompaña tus pasos mientras te consciente en todo. Alguien que no te guía, ni te sigue, ni te entiende, ni te ama, simplemente conoce tus malos días y sabe de tus locuras y ni siquiera las esquiva. ¿Te has preguntado por qué está contigo? ¿Será que simplemente permanece a tu lado porque es quien es y eres quien eres? ¿Eso es suficiente? Por  que eres sustento y droga, y ambos la perdición de los dos. Seguramente  han permanecido juntos porque dependen  mutuamente.  Se amoldó a tu vida,  te hizo salir de la antigua rutina, y pronto te envolvió en la suya,  perdiendo por esa persona toda tu vida…Ahora ya no eres tú sino ella, y ella ya no es ella, sino tú…y si no eres feliz, eso terminará en catástrofe, siempre.... Algún día explotará la bomba de cúmulos y actuaciones…Ambos deben ser quienes verdaderamente son, para llegar a ser sólo uno. Cada uno debe ser él sin someterse ni someter. Ambos se necesitan desde su individualidad, para crecer como pareja, y deben crecer como individuos para seguir siendo uno. Ríe, llora , actúa, crece, pero siempre sé tú mismo.
Quizá juntos gimen y resuellan en esas noches de sudor en una cama que les da momentos de felicidad, y luego los deja vacíos, a ambos, aunque no lo admitan y sigan diciendo al mundo que se aman y disfrutan. Pero salen en búsqueda continúa de nuevas ilusiones…y si no, ¿como es que encuentran a otros? Acaso… ¿uno no encuentra lo que secretamente busca?
Quizá deberías enfrentarte a ti mismo y decirte: “quiero ser, amar y encontrarme, regresar a mi yo, quitarme esa maldición de perderme y enfrentar cada día de cambio para crecer”.
Quizá, pensar que no puedes y que ni siquiera deberías intentarlo, no es lo correcto, Pero no has sido lo suficientemente valiente, para llegar a amarte verdaderamente, y soltar tus drogas y bastones...Pero...
Quizá  hoy sea yo, quien  me equivoque, pues  a pesar de todo, yo pude, ¿ por qué, tú, no podrías?  Y si puedes ¿por qué no lo haces?
Aún estás vivo. Quizá, aún estés a tiempo.


Sandra Gutiérrez Alvez



A quien corresponda III







"Cuando entiendas que todo lo que te ata, está en tus conceptos, 




quieras liberarte de ellos y los deseches, la libertad será tu amiga"



A ti, que estás buscando el sentido de tu vida:


Algún día podrás entender, que no eres sólo lo que ves. Que perteneces al todo, que  en tu interior vive todo aquello que en el fondo reconoces como ajeno y ni siquiera sientes como propio.

Algún día podrás reconocer que tu “yo” está plagado de todo lo que te rodea, que tú eres quien eres gracias a todo lo que ronda en tu exterior y que existe desde siempre… Que eres sol y agua, eres raíz y fruto, flor y semilla. Eres además la mariposa que poliniza y la gota de rocío que moja el alimento que comes cada día, eres tu prójimo, que elabora tu alimento, el que aplana la calle por la que transitas, el que limpia la basura que tú creas y aquel gusano que descompone tus desperdicios y comienza el ciclo de tus alimentos, por los cuales estás formado.




Algún día podrás desprenderte de la forma en que habitas y de la forma en que han dejado tu mente y te encontrarás contigo… con el cosmos,  con el Creador y con cada mota de polvo que lo forma y que habita en ti, pues tú existes por cada uno de ellos, de alguna manera.

Algún día podrás prescindir de tus deseos y de tus miedos a ser juzgado, podrás perder la propia forma que te contiene y te dejarás ver no cómo los otros te quieran ver, sino como realmente eres sin importarte lo que los otros vean o digan de ti. Por que en ese instante tú reconocerás en ti lo que siempre quisiste ver y seguramente entenderás que eres parte de la inmensidad. Seguramente todo lo que otros ven en ti y juzgan, es lo que ellos son; por eso pueden verlo.No les creas, sé tú mismo.  Este será el momento de compadecerte de ellos y no de juzgarles o temerles. Será el momento del despegue de tus propias leyes que te esclavizan.

En algún momento entenderás que tus deseos son sólo sueños que pueden impulsarte. Más, cuando veas que una vez cumplidos ya puedes prescindir de ellos. Ese día serás tú mismo, porque ya no los necesitarás. Verás que el sentido de tus sueños es reconocer que en la felicidad y estabilidad de los demás puedes reconocerte, porque todos provenimos de la misma fuente, y  la felicidad es sentirse pleno, en comunión con todo. 




Cuando todo esto y aún algún otro suceso puedan actuar sobre ti y alcances despegarte de la forma y límites que rodean tus pensamientos, entonces serás más libre, lejos de los conceptos individuales y colectivos ajenos, lejos de tus propios límites creados, para unirte al Universo y al Creador, y poder reconocer la importancia de cada elemento que nos rodea en nuestro pequeño gran hogar: la Tierra ..

Ese será el día que encuentres el verdadero sentido a la vida, dejando de parecer y padecer, sólo fluyendo en libertad entre los demás. Siendo tú mismo en comunión con todo. Amando la vida.



Sandra Gutiérrez Alvez

El origen de la paz (fragmento)



La ceguera no le permite ver al ciego la belleza,
sólo imagina, sin conocerla...
Muchos han nacido ciegos de corazón,
otros cerraron sus ojos,
algunos por la violencia y otros por conveniencia...

El origen de la paz está en el corazón del hombre,
trabajemos el perdón y de él saldrá la justicia...

La paz empieza en cada uno,
muchos no la conocen,
otros ni quieren conocerla...

Sandra Gutiérrez Alvez
(Salma Hassan)

La corola perfecta

  La corola perfecta, el centro abierto. Y la esperanza brillante como polen maduro a la sombra de los sueños. La esperanza vendrá. Es neces...